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Ventilación en función de la demanda

La ventilación controlada en función de la demanda (DCV) es, como se deduce, una solución de ventilación que regula manual o automáticamente el caudal de aire para satisfacer la necesidad exacta en un momento dado. Si una habitación está vacía, se reduce la entrada de aire. Si otra habitación está totalmente ocupada, el sistema aumentará el caudal de aire en esta parte del edificio, para garantizar que el ambiente interior sea saludable y confortable. En esta guía, explicaremos la ventilación controlada por demanda desde diferentes ángulos.

¿Dónde es beneficiosa la ventilación controlada en función de la demanda?

Las escuelas se encuentran entre las aplicaciones de los edificios con más cambios de ocupación y actividad. Esta guía mostrará más adelante que la utilización de las aulas suele ser tan baja como el 30-35%. Sin embargo, otros tipos de edificios se enfrentan a requisitos variables de ventilación, ya que se esperan modelos de trabajo híbridos y estancias más largas en hoteles a medida que avancemos.

La ventilación controlada por la demanda también es claramente beneficiosa en locales con diferentes tipos de actividades. Un edificio que contenga oficinas, apartamentos, un restaurante para comer y un gimnasio se enfrentaría a grandes problemas económicos y de sostenibilidad si todas las partes del edificio se ventilaran al mismo tiempo.

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Ahorrar energía sin comprometer el clima interior

Como se ha mencionado anteriormente, no es necesario suministrar los mismos volúmenes de aire a las habitaciones cuando están vacías que cuando están llenas. La Ventilación de Aire Constante (CAV) no es sólo lo que dice, un flujo de aire constante, sino que suele ser un suministro de aire mayor del que se necesita en el uso normal de la sala. De este modo se evita un suministro de aire críticamente bajo cuando la sala está totalmente utilizada.

Un sistema de ventilación controlado en función de la demanda es la solución al método de ventilación "estática" anterior. Ambos se muestran en el gráfico de la derecha.

Un propósito - dos sistemas diferentes

A veces se mencionan dos tipos diferentes de ventilación controlada por demanda, el volumen de aire variable (VAV) y la ventilación controlada en función de la demanda (DCV). Ambos sistemas cumplen el mismo objetivo, pero se adaptan mejor a situaciones ligeramente diferentes.

El sistema VAV ajusta el caudal de aire durante un tiempo de funcionamiento, pero sólo puede adaptarse a la temperatura o a la calidad del aire. El sistema VAV suele responder a las necesidades de los centros de enseñanza preescolar y de los colegios más pequeños, en los que la actividad es bastante uniforme a lo largo del día. El VAV suele implicar un menor coste de inversión, pero proporciona un buen ahorro energético en comparación con el CAV.

El sistema DCV ajusta el flujo de aire a lo largo del tiempo y permite realizar adaptaciones en función de diferentes factores. Puede adaptar fácilmente el clima interior a las necesidades del cliente, ya que permite combinar una serie de productos. El coste de la inversión es mayor, pero los beneficios a largo plazo de ahorro de energía, posibles certificaciones del edificio, así como la productividad, la salud y el confort de los que viven, trabajan y descansan en el edificio son significativos.

Que sea avanzado, no significa complicado

La descripción de la DCV podría indicar hasta ahora que el sistema es complicado, pero debería considerarse inteligente. Se ha desarrollado técnicamente bien para evitar la complejidad y suele combinarse con un control fácil de usar, como ocurre con nuestro sistema WISE de Swegon.

El objetivo básico de WISE es ajustar el clima interior exactamente al nivel requerido. No ventila, enfría o calienta ni demasiado -lo que cuesta energía- ni demasiado poco -lo que afecta negativamente al confort-, sino sólo lo necesario. Con WISE puede combinar una alta eficiencia energética, el clima interior ideal y una visión completa de todo el sistema.

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Aspectos económicos: inversión

Las investigaciones en las escuelas, por ejemplo, muestran que la tasa de asistencia en diferentes tipos de espacios es generalmente baja, lo que significa que un sistema que ajusta la ventilación y el aire acondicionado según sea necesario puede ahorrar hasta un 80% de la energía del ventilador y un 40% de la energía de calefacción y refrigeración. Además, el sistema suele requerir unidades de ventilación y máquinas de refrigeración más pequeñas, lo que reduce el costo de la inversión. Lo mismo ocurre con muchos otros tipos de locales, por ejemplo, oficinas, viviendas y hoteles.

Asistencia en el aula durante el horario escolar
TeknDr. Dennis Johansson, Presence in Buildings - Measurements and Estimates, 2010

Hay sistemas que ayudan a mantener el consumo de energía bajo, el ahorro económico alto y el clima interior sigue siendo excelente. Un sistema VAV más sencillo puede ser totalmente suficiente en proyectos pequeños en los que el panorama de requisitos es moderado y el coste de la inversión un factor decisivo. Para los proyectos en los que las expectativas sobre el clima interior son mayores y el edificio puede ser más grande, está el sistema DCV. Este último es necesario para obtener la certificación de cualquier programa de construcción ecológica o basada en el bienestar.

 

Obtenga más información en nuestro blog, ¿Es el clima interior controlado en función de la demanda una inversión rentable?

Aspectos económicos - sostenibilidad y bienestar

Sin mencionarlo, es de esperar que haya quedado claro a lo largo de esta guía que no es sostenible desde el punto de vista energético o medioambiental ventilar a plena potencia las 24 horas del día. Certificaciones como BREEAM, LEED y WELL tienen enfoques distintos que impulsan el desarrollo de la eficiencia energética y el ahorro de costes, la salud humana y el bienestar en un edificio. Es casi imposible lograr todo lo anterior sin un clima interior controlado por la demanda, y es por ello que se ha reconocido que la DCV es un requisito para obtener cualquiera de estas certificaciones.

Está demostrado que los inmuebles certificados, con una perspectiva medioambiental y sanitaria sostenible a largo plazo, tienen claras ventajas competitivas. Un estudio muestra un aumento del 11% del valor de los edificios certificados en el mercado inmobiliario. El blog sugerido a continuación está escrito por un experto en certificaciones de edificios.

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